Aunque la lavadora es una herramienta auxiliar muy importante para el hogar, hay ocasiones en que es imprescindible lavar la ropa a mano. Las máquinas son geniales, pero no siempre son la mejor opción.
Lavar la ropa a mano no pasa de moda, y con cierta frecuencia parece una situación en la que es necesario hacerlo. Un caso frecuente es la estancia en una casa de alquiler de vacaciones que no tiene lavadora o que la máquina funciona mal. Generalmente se deja la ropa sucia para el regreso, pero a veces es preciso lavar alguna prenda para seguirla usando.
A todo el mundo le pasa que necesita usar una camisa, una sudadera, un jersey o la ropa interior y no resultaría económico encender la lavarropas solo para eso. Lavar a mano es una solución rápida y práctica.
Por cierto, también están las personas para las que lavar a mano es casi un ritual y que no han aceptado las máquinas. Ni siquiera tienen una en sus hogares. Sea porque siempre lo han hecho así o porque están convencidas de que la lavadora perjudica la ropa, el lavado a mano es el único método para limpiar su ropa.
Algunos tips para lavar ropa a mano
Te presentamos los mejores consejos por si necesitas lavar la ropa a mano o si quieres probar a hacerlo. Son el resultado de toda esa experiencia de las personas que tienen historia con el lavado manual. Y es bueno compartirla para que también sirvan a otras personas.
Elección del jabón
Usar un jabón adecuado para lavar ropa a mano es fundamental para lograr buenos resultados.
- Existen detergentes para lavar a mano líquidos o en polvo. Hay personas que prefieren usar un jabón de barra de glicerina, que también es una opción válida. Es cuestión de gustos y del tipo de prendas.
- Si se lavan prendas delicadas, es necesario elegir un detergente especialmente destinado a ese tipo de ropa. En la etiqueta se marca esta condición.
- En una emergencia, es posible emplear un champú para el cabello.
- Si la ropa es rústica, como la de trabajos duros, el detergente lavavajillas resuelve la suciedad más rebelde.
- Se fabrican detergentes con lanolina, un aceite natural que está en la lana de ovejas. Estos jabones son especiales para prendas de lana, porque les devuelve la suavidad natural.
- Para ropa de seda y de encaje, conviene usar los detergentes sin enjuague. Se remoja la prenda en ellos y no necesita enjuague.
Atención a los colores
Clasificar la ropa por colores es fundamental, tanto para el lavado a máquina como para lavar a mano.
- Hay que separar los blancos, que requieren de un lavado ‘en solitario’.
El lavado de ropa a mano no evita que algunas ropas destiñan y otras se tiñan durante el proceso. Es el típico caso de blancos que se transforman en rosa o gris, por ejemplo.
- Un buen consejo para aprovechar el agua y el detergente es lavar primero las prendas blancas y luego las de colores claros. Finalmente se lavarán las prendas de colores intensos y las oscuras.
Ropa con manchas
Las prendas manchadas requieren de un tratamiento especial.
- Es conveniente revisar cada prenda que se va a lavar a mano para identificar la existencia de manchas.
- Un quitamanchas para ropa es una muy buena opción. Cada marca tiene indicaciones de uso. Generalmente basta con colocar el producto sobre las manchas y dejar unos minutos que actúe. Luego se procede con un lavado normal.
- Otra opción para quitar manchas es humedecer la zona y frotar jabón sólido de glicerina. Depende de la prenda, se lo puede combinar con vinagre o limón con bicarbonato de sodio. Esta mezcla es excelente para las manchas de aceite, por ejemplo. Pero no es aconsejable para prendas delicadas.
Los recipientes
Disponer de dos tinas o recipientes de buen tamaño es una buena solución para lavar la ropa a mano.
- En una tina se coloca el agua tibia, nunca muy caliente porque puede desteñir la ropa. En el agua se agrega el detergente para el lavado.
- La otra se usa para el enjuague. El agua será renovada frecuentemente para asegurar un enjuague perfecto.
- En una emergencia se usará un balde, el fregadero o la propia bañera y se enjuagará directamente bajo el grifo.
- Hay fanáticos del lavado a mano que instalan fregaderos especiales para ese uso.
El lavado
Cuando se lavan a mano prendas delicadas, no se restriegan. Simplemente se mueven con las manos. La ropa debe permanecer durante un tiempo en el agua con jabón, por lo que se requiere de paciencia. No se trata de meter y sacar. Remojar y mover, esa es la consigna.
Evitar el derroche de agua
El agua es un recurso finito y hay que cuidarla. Esto no implica dejar de usarla. Se trata de emplear la necesaria, sin malgastarla. Hay hogares que tienen un fregadero especial con su grifo para lavar la ropa a mano. Es una tentación dejar correr el agua con la intención de lavar mejor. Pero no se consiguen mejores resultados dejando el agua escapar indiscriminadamente.
Una solución para evitar el derroche es instalar grifos especialmente diseñados para ahorrar agua. En realidad, estos grifos evitan el derroche, porque permiten que el agua fluya en la cantidad necesaria cuando el grifo se abre.
Los grifos pueden ser instalados en fregaderos de todo tipo y en los baños del hogar. Reducen el caudal de agua y optimizan su empleo. Al tiempo que se contribuye con el ambiente, se economiza en la factura, porque el agua cuesta y el ahorro siempre es bienvenido.
También existen dispositivos que se colocan en los grifos ya instalados para racionalizar el consumo. Mantienen la presión y la fuerza del agua, al tiempo que reducen el gasto.
Racionalizar el uso del agua es asumir el compromiso con el futuro del planeta y con las generaciones jóvenes. Estos sistemas de grifería no requieren de grandes inversiones y brindan excelentes resultados. Con todo ello, podrás seguir con los lavados a mano con la conciencia tranquila. El agua y tu bolsillo están protegidos.