Dentro de los variados tipos de materiales con los que se fabrican los fregaderos de cocina, existe uno que se debate los primeros puestos con el todopoderoso acero inoxidable y la novedosa resina: la cerámica.
Los fregaderos de cerámica han sido empleados por varias generaciones, mostrando siempre una gran resistencia y dureza. Se trata de uno de los materiales más valorados por su cualidad estética, especialmente en los ambientes de estilo vintage o rústico en los que, la cerámica, encaja a la perfección.
Su fama y popularidad fueron mermando en pos de otras soluciones que, no nos vamos a engañar, son, igualmente, también se caracterizan por su resistencia, durabilidad o fácil mantenimiento. Sin embargo, algo tendrán los fregaderos de cerámica para conquistar los hogares pese al paso de los años.
A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber acerca de este tipo de fregaderos y te damos buenas razones por las que deberías comprar un fregadero de cerámica.
Características de los fregaderos de cerámica
Empecemos por lo básico: ¿qué es la cerámica? Estamos ante un material capaz de resistir el ajetreo que se experimenta, cada día, en los fregaderos.
Se trata de una mezcla de arcilla y varios minerales, como el cuarzo, el feldespato o el caolín, que potencian su resistencia y durabilidad. El conjunto del fregadero de cerámica se recubre con un barniz que protege su superficie, al tiempo que incrementa sus cualidades estéticas.
La cerámica crea fregaderos robustos, higiénicos y tolerantes al rayado. Además, dota de gran personalidad a las cocinas en las que se instalan. No obstante, un golpe fuerte podría causar daños estructurales y terminar por partirlo.
Entre las características más importantes de los fregaderos de cerámica cabría destacar:
- Dureza y durabilidad
- Alto brillo
- Resistencia a arañazos
- Resistencia a temperaturas altas y bajas
- Mantenimiento sencillo
- Repele los gérmenes y las bacterias
Estas características, que acompañan a cualquier fregadero de cerámica son, en realidad, las grandes ventajas que ofrece su instalación en las cocinas.
A continuación, detallamos cada una de las cualidades de un fregadero de cerámica, las cuales constituyen buenas razones para decantarte por este material en tu cocina.
Ventajas de un fregadero de cerámica
Si bien los fregaderos de cerámica son la primera opción en aquellas cocinas que se inclinan hacia un estilo decorativo vintage o rústico, las cualidades estéticas de este material no son el único motivo que explica que sea tan común en cualquier hogar.
Resistencia
Durante las tareas domésticas es más que habitual que se nos resbale un cubierto, un vaso o una olla mientras fregamos. Si tienes un fregadero de cerámica, no te preocupes, su resistencia le permite hacer frente a estos golpes leves sobre su superficie.
En este punto conviene advertir que la gran debilidad de los fregaderos de cerámica se corresponde con golpes fuertes, los cuales podrían partirlos. Ahora bien, en caso de golpes ligeros, tu fregadero de cerámica aguantará sin problema.
Higiénico
Es, quizá, una de las características más apreciadas en un fregadero de cerámica. También es el motivo por el cual muchas personas siguen decantándose por los platos de ducha de cerámica.
Este material tiene la cualidad de repeler las bacterias y los gérmenes dado que, durante el proceso de fabricación, las altas temperaturas le han dotado de una acción repelente. Además, la superficie tan pulida impide que las bacterias permanezcan sobre ella.
Mantenimiento y limpieza fácil
Si quieres mantener tu fregadero de cerámica en perfectas condiciones, olvídate de dedicarle mucho tiempo.
Una rutina diaria de limpieza del fregadero – por cuestiones de higiene ha de realizarse con esta periodicidad – basada en un paño suave húmedo con un poco de jabón de lavavajillas, es más que suficiente para mantener tu fregadero de cerámica en perfecto estado.
Su superficie lisa, dura y completamente sellada favorece una limpieza rápida, sencilla y eficaz, pues evita que la suciedad o los líquidos penetren en el material, a diferencia de las superficies porosas.
Resistencia frente a los arañazos
A diferencia de lo que pueda ocurrir en otras superficies de fregadero de cocina, aquellos fabricados en cerámica ofrecen una alta resistencia a los arañazos.
Y es que, ya sea por que se ha deslizado un cuchillo sobre la superficie o se ha empleado un utensilio de limpieza inadecuado, los arañazos sobre la superficie del fregadero están a la orden del día.
Por ello, si escoges un fregadero de cerámica, minimizarás los riesgos de los temidos arañazos. Y decimos “minimizarás”, porque la cerámica puede hacer frente a cuchillos de acero, pero, ante los confeccionados en su mismo material, se muestra más vulnerable, ya que son extremadamente duros.
Atractiva apariencia estética
Desde el primer día, tu fregadero de cerámica cumplirá un papel fundamental en la decoración de tu cocina. Se trata de un material elegante, de marcada personalidad y que, además, se mantiene en perfecto estado pese al paso de los años, conservando su brillo y color.
Además, está disponible en una gran variedad de colores, por lo que siempre encontrarás la tonalidad más adecuada para completar la decoración de tu cocina.
Resistente a las altas y bajas temperaturas
¿Alguna vez has apoyado una sartén en una superficie y se ha quemado? Esto no te pasará con tu fregadero de cerámica. Este material es capaz de soportar hasta 280ºC, por lo que despreocúpate de colocar recipientes calientes sobre él.
De igual manera, ofrece una gran resistencia a las bajas temperaturas, por lo que también podrás depositar todo tipo de productos congelados.
Consejos de mantenimiento fregadero de cerámica
Si te has decantado por un fregadero de cerámica que te acompañará durante muchísimos años en tus labores cotidianas, no te olvides de apuntar estos consejos de mantenimiento para alargar todo lo posible su vida útil.
- Realiza una limpieza diaria con un paño suave o de microfibra
- Ante manchas resistentes, decántate por remedios caseros que no dañarán la superficie, como el vinagre blanco o el bicarbonato.
- No utilices agentes abrasivos o en polvo.
- Evita el uso de esponjas de acero.
- Realiza una limpieza a fondo mensual para eliminar depósitos de cal que pueden acabar por obstruir las cañerías.