
El agua del grifo a veces nos hace dudar de la seguridad de su consumo. Hay zonas o regiones en las que el agua sale turbia o se le siente un gusto extraño. Parece que aquello de que el agua no tiene sabor, color ni olor, no se cumpliera...
La salubridad también se vuelve extraña, o lo es siempre en determinadas zonas. Por ejemplo, conseguir que el jabón se active es muy difícil y el líquido resulta pesado y cae mal cuando se lo bebe.
¿Cuál es la causa de que el agua no sea buena?

Los consumidores no entendemos muy bien a qué se debe que la calidad del agua no sea la adecuada. Escuchamos comentarios aquí y allá de que el agua está rara, y la gente se pregunta si no será riesgoso consumirla. Y por si acaso, se compra agua envasada, que genera un gasto innecesario y que es bastante incómodo.
Además, el agua se usa para cocinar, para hervir las pastas y las verduras, por ejemplo. Resultaría sumamente costoso y molesto usar el agua embotellada para esas cocciones.
Las entidades y compañías a cargo de la gestión del agua nos explican que los procesos de purificación y potabilización la someten a procesos físicos y químicos para eliminar los contaminantes. Y nos explican que todo está controlado por el Ministerio de Sanidad, y que la calidad está garantizada. Pero nada hace que nos sintamos seguros.
Como siempre, la ingeniería y la tecnología atienden a las necesidades de las personas. Se han creado sistemas que purifican el agua en casa. La solución perfecta para asegurar la calidad del agua que sale del grifo y que se consume en el hogar para todos los usos, sin tener que cargar con el agua embotellada. Una inversión que vale la pena para que la purificación del agua en casa esté en marcha.
El grifo de ósmosis: la solución para tener siempre agua segura en el hogar

El proceso de ósmosis inversa doméstica, es un proceso que permite que al abrir el grifo siempre fluya agua de buena calidad, rica, saludable, libre de impurezas y de contaminantes. El agua se filtra al pasar por una membrana semipermeable que solo deja pasar las moléculas de agua.
En las unidades de ósmosis se incluyen prefiltrados de carbón activo, para eliminar el cloro, que, al mismo tiempo, protegen a la membrana pues el cloro la deteriora.
Es el sistema más eficaz para procesar el agua que tiene altos niveles de nitratos, arsénico, metales pesados, sales y partículas sólidas. Se trata de un agua excelente desde el punto de vista sanitario para ser consumida por humanos, animales y para las plantas.
¿Cómo es la instalación?

Presentamos algunas características de la ósmosis, los grifos y su instalación en la cocina
- La unidad para ósmosis ocupa poco espacio. Existen formatos diferentes que se adecuan al lugar que ocuparán. Unos se parecen a la torre de un ordenador de mesa, se suelen instalar debajo del fregadero. Otros tienen forma alargada y plana, aptos para ubicarse en el espacio de un zócalo, como si fuera un cajón.
- La instalación es muy sencilla. Se crea una nueva vía en la entrada del agua de la cocina que se conecta a la ósmosis. Esa vía lleva el agua común y en la ósmosis se purifica. De allí pasa al grifo.
- Una cuestión clave en este proceso de purificación por ósmosis es contar con un grifo específicamente destinado al agua procesada. Los grifos de ósmosis son equipamientos con tecnología compatible con los sistemas de ósmosis. Existen grifos de una, dos y tres vías, que cada usuario elige de acuerdo al uso del agua procesada en la ósmosis y a sus preferencias.
El grifo de tres vías: una opción perfecta para fregaderos de usos múltiples
El tipo de grifo que se instala conectado a una ósmosis depende del uso del agua en el fregadero. Si la intención es utilizar solo agua de ósmosis, un grifo de ósmosis de una vía será suficiente.
Sin embargo, muchas veces el agua que se extrae del grifo del fregadero no es para tomar o cocinar. Se trata de casos en los que no se necesita procesar el agua. Ejemplos son el lavado de menajes de cocina o de ropa, o cuando en el grifo se conecta una manguera para lavar el suelo o el coche.
Atendiendo a esta realidad de muchos hogares, se han diseñado grifos que tienen tres vías. Por una vía fluye agua caliente, por otra el agua fría y la tercera es la reservada para el agua filtrada que ha pasado por la ósmosis.
Es una opción muy cómoda. Se dispone de tres vías de agua en un solo pico, con lo que se reduce el espacio ocupado. Solo hay que activar el mando correcto y fluirá el agua elegida. Es muy práctico para los tiempos que corren en donde se necesita todo a mano.
Otra opción es el gripo de ósmosis de dos vías. A una llega el agua normal del grifo y a la otra el agua de la ósmosis.
Generalmente los grifos de ósmosis son de acero inoxidable, un material muy noble para grifería, duradero y fácil de limpiar. También hay algunos cromados, con una estética muy cuidada. Suelen ser giratorios, especialmente útiles en fregaderos dobles.
Invertir en una ósmosis y en los grifos adecuados para ella, es garantizar la salud. Es una forma de contribuir al bienestar de todos y de evitar los problemas que el consumo de agua poco segura puede provocar en el organismo. Una vez que se prueba el agua de la ósmosis, se entienden las diferencias.
