La válvula de desagüe es uno de los elementos más importantes a tener en cuenta a la hora de completar la instalación del fregadero de cocina. Este elemento nos permite retener el agua en el fregadero durante su uso, al tiempo que evita que los residuos puedan penetrar en el desagüe, causando estragos y atascos en las tuberías.
Por lo general, la elección de la válvula de desagüe va de la mano con el grifo. Podemos distinguir varios tipos de válvula que, si bien cambian en apariencia, cumplen la misma función. Podemos distinguir entre: válvulas de desagüe de cadena, fija y automática.
Cada una de ellas presenta ventajas y desventajas que habremos de tener en cuenta para elegir la más acertada. Por lo que respecta a las válvulas automáticas de desagüe, son consideradas las más estéticas.
Estas válvulas de desagüe incluyen un mecanismo de cierre que podemos encontrar ubicado en dos partes:
- Unido a la válvula: se denomina sistema click-clak y lo accionamos simplemente presionando sobre el botón accionador.
- Con una varilla: situada en la parte trasera del grifo, lo cierto es que pasa prácticamente inadvertida. Este tipo de válvula de desagüe automática está constituido por una varilla la cual subimos y bajamos en función de si queremos abrir o cerrar el desagüe.
Independientemente de la válvula de desagüe que hayamos escogido para nuestro fregadero de cocina, en algún momento nos enfrentaremos a posibles desajustes que dificultan el buen funcionamiento del sistema de desagüe. En estos casos, habremos de proceder al ajuste de las distintas partes de la válvula de desagüe automática.
Pero, antes de ponernos manos a la obra, es recomendable que sepamos qué partes conforman este tipo de válvula de desagüe a fin de proceder de la manera más adecuada.
Partes de una válvula de desagüe automática
Si bien es cierto que los ajustes que podamos realizar en la válvula de desagüe automática no requieren de gran complejidad, no estar familiarizados con las partes que la componen puede conducir a confusión.
- Horquilla: también llamada correa de horquilla o, simplemente, correa, conecta el desagüe del fregadero a la barra de elevación con la que funciona el desagüe.
- Tornillo de horquilla: ubicado en la parte superior de la horquilla, su función es mantener a esta última apretada a la barra de elevación.
- Varilla de elevación: se trata del mecanismo con el que abrimos y cerramos el desagüe. Por lo general, la encontramos justo detrás del grifo.
- Varilla pivotante: también llamada bola o varilla horizontal, se encarga de transferir el movimiento que causamos al accionar la varilla de elevación al tapón del desagüe.
- Pinza de muelle: es el encargado de mantener sujeta la varilla pivotante a la horquilla.
Cómo ajustar la válvula automática
Familiarizados con los términos, podemos disponernos a ajustar la válvula automática para desagüe de fregadero.
En primer lugar, prepararemos una serie de materiales y herramientas que pueden servirnos de gran utilidad para ajustar la válvula. Toma papel y lápiz y anota los siguientes materiales:
- Alicates específicos para juntas deslizantes
- Alicates específicos para juntas acanaladas
- Linterna para ver con claridad
Reunidos los materiales, nos aseguraremos de que, el mecanismo accionador, esto es, la varilla de elevación, no está rota o dañada. El hecho de que pueda estar doblada es completamente normal, pero, si el mecanismo está roto, habremos de cambiar toda la válvula de desagüe.
Verifica, también, que el tapón que cierra y abre el desagüe está en buen estado. De ser así, procederemos a hacer una serie de ajustes para garantizar un funcionamiento óptimo del sistema. Podemos encontrarnos ante una serie de situaciones que evidencien la necesidad de ajustar la válvula de desagüe automática de fregadero. Entre ellas, podemos distinguir:
El botón accionador no funciona
En estos casos, para reajustar la válvula, habremos de aflojar, en primer lugar, el tornillo de la horquilla que, como sabemos, es el encargado de mantener apretada la horquilla a la barra de elevación.
Para aflojarlo, nos serviremos de unos alicates para juntas deslizantes. Tras esto, tiraremos de la horquilla hacia abajo, forzando que el tapón salte. Tras esto, volvemos a ajustar el tornillo de la horquilla.
El mecanismo de la válvula hace ruido o se encalla
El funcionamiento de las válvulas click-clack se consigue gracias al mecanismo interior, el cual está fabricado en un material inoxidable. Sin embargo, con el tiempo, el agua, la suciedad, los productos químicos, lavavajillas… terminan por desgastar y limitar la vida útil de este mecanismo.
Para alargar el óptimo funcionamiento del mecanismo de la válvula, bastará con realizar un mantenimiento mensual que consistirá en limpiarlo. Para ello, desmontaremos el mecanismo con una llave fija-inglesa, lo limpiaremos con agua, retirando la suciedad incrustada y lo volveremos a instalar.
El botón accionador no retiene el agua
Alguna vez podría darse la situación en la que, el tapón accionador, pese a que está, a priori, cerrado, no retiene el agua. En estos casos, retiraremos el tapón, bien levantándolo o bien girándolo primero y, después, tirando hacia arriba.
En caso de que no lo consigamos, retiraremos la tuerca de sujeción con unos alicates de ranura. Tras esto, extraeremos la varilla pivotante y levantaremos el tapón. En caso de que la suciedad u otros restos estuvieran impidiendo que el tapón cerrara adecuadamente, lo limpiaremos bien y volveremos a colocarlo.
Si, por el contrario, el problema estuviera causado por el desgaste de la pieza, habríamos de sustituirla.
Fugas de agua
En ocasiones, el tapón de la válvula puede perder agua. La estanqueidad de las válvulas click-clack se consigue mediante una pequeña junta labiada, la cual se encuentra ajustada al cuello de la válvula. Dicha junta se encuentra ubicada en la parte inferior del tapón.
La fricción a la que está sometida, de manera habitual, esta parte de la válvula, provoca el desgaste de las piezas tras varios usos. En estos casos, lo mejor sería sustituir la junta de cierre de la válvula click-clack por una nueva.
Una vez hayas conseguido el recambio, sustituirla no presenta dificultad alguna. Bastaría con desenroscar el tapón, darle la vuelta, y sustituir la antigua junta por la nueva.
El tapón no se mantiene subido
Este problema se debe a que la tuerca del tornillo de elevación está aflojada. En tal caso, trataremos de apretar la tuerca utilizando nuestras propias manos.
También puede darse el caso de que, el tapón, no se alce lo suficiente como para permitir el desagüe. En estos casos, habremos de ajustar la varilla de elevación hasta su punto más bajo.